aveces nos hace falta un poco de realidad en la apurada vida en la que nos enfrascamos para darnos cuenta que todavia seguimos siendo humanos, que sentimos y queremos y que la fe es un motor que nos mantiene arraigados a esa sensibilidad.
lo mas facil es desconfiar, no dejar que le destino termine su curso. pero hay que dejarlo seguir, hay q estirar los brazos y colocarlos tras la nuca y dejar de preocuparnos. por algo suceden las cosas. por algo.
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