A Rafo León, por no responderme el mail y reeditar el libro más importante de mi bibliografía un mes después del cierre de esta edición.
A mi papá, por enseñarme que cada uno es dueño de su suerte. Hay que aprovechar las oportunidades que se nos brindan y este curso fue definitivamente una oportunidad.
A Amereida, por enseñarme a pararme con mis dos pies en el mundo. El deber de los arquitectos como verbo y no como adjetivo. A aprender a observar la ciudad y aprender a respetar su alma.
A Diego Silva-Santisteban, por la paciencia, el ímpetu y la voluntad con la que me impulsa día a día.
A Francisco Vera, por los dibujos, por escucharme y por leerme en el no-espacio que compartimos.
A Wiley Ludeña, por llamarme "maniática obsesiva".
A Mayra de los Rios, por acompañarme en las largas excursiones sorteando autos y mircobuseros para conseguir las fotos.
A mi hermana Melissa, por ser mi mensajera con la biblioteca y Amazonas.
Al Facebook y a Skycrapercity por ayudarnos a compartir información
A todo aquel que me alcanzó un libro, una ayuda, una crítica. todo fue bien recibido y utilizado de la mejor manera.
Y obviamente a Julio, a Mario y a Fernando por escribir, por colmar mi mente de imágenes, por querer preservar esa magia de Miraflores y de todos los lugares de los que escriben. por ser honestos y reboltosos.
A todos, gracias.
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