9/08/2011

en mis manos

A veces las decisiones que tomamos no son las más acertadas. o peor, creemos que están bien, pero no medimos las consecuencias. hay veces que llorar y arrepentirse no basta, porque ya estás en un punto en el cual no puedes mirar al futuro, no puedes mirar el presente, no te puedes mirar a ti mismo. caes en un vórtice de pena y desvalorización de la vida misma. qué es justo? es la pregunta más justa. cómo podremos saber a fin de cuentas si no somos asesinos de nosotros mismos al escoger cualquiera de las opciones. Todas son trágicas, todas son difíciles, pero, cuál es la más justa? tal vez no depende de ti tomarla, tal vez solo somos tristes marionetas movidas por lo inevitable y así como llegamos a la pregunta, llegaremos a la respuesta.

y qué será de nosotros después de tomar la decisión? seremos mejores? tenemos que apurarnos, el tiempo es corto. el tiempo solo acorta la vida. la vida. la vida en la que vivimos, crecemos y morimos. morir. al final en qué momento estamos vivos y en qué momento estamos muertos? desde cuando empieza la vida? desde que salimos de nuestras madres? desde que el espermatozoide se mete al óvulo? y desde cuando ya no vivimos? desde que dejamos de respirar? desde que nuestra alma deja el cuerpo? desde que alguien lo decide?
nunca lo sabré y no espero tener que saberlo, no creo que exista peor agonía de saber que de ti depende la vida de alguien. y quien es alguien? un error? un regalo? un ser humano? un gameto mal fecundado? quien o que eres? y que haces dentro de mi? creo que la pregunta está mal formulada.

Después de pensar en los prejuicios, en la ética y en el qué dirán me doy cuenta que yo nunca tomo mis decisiones en base a mi misma, si no en lo que el resto me ha impuesto. Y es esta una decisión que yo no debo tomar. yo no la tomé, yo no lo quise y no lo quiero. lo siento, no puedo. no es mi responsabilidad, no es mi edad, no es mi ideal, no es tiempo. no. no. no.

y sin embargo ahora te cargo en mis manos, con 3 semanas de gestado, porque tenías que salir de mi, porque alguna tenía que ser la salida, y escogí mi vida ante la tuya, nunca estuviste vivo, nunca exististe... pero aún así te cargo en mis manos, como un coágulo de sangre envuelto en deseos y promesas, entre errores y lágrimas. mi vida es más importante. lo siento. pero puedo ver un rostro, un rostro que iba a ser como el mio, a pesar que sea solo una alucinación, pudo ser como el mío. pero no importa, yo no podría tenerlo. es lo mejor, es mejor que no existieras, es mejor que te deje caer, en la basura, junto con todos los malos recuerdos, para poder seguir, para poder mirarme y no recordarte, para poder tener a alguien en el momento correcto. pero a ti no. lo siento.






nada hace tan digestivo un asesinato que una canción pop, no rob?

pd: pocas veces no hablo de mi, y ésta es una de esas.

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